El orgullo de ser Boyacenses

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Una mañana de domingo en octubre, los habitantes de Ciénega, Boyacá, salen a las calles con sus trajes típicos para desfilar por las calles en el segundo día del Festival de la Piedra y la Labranza.

Las trenzas largas y vestidos de colores de las mujeres, las alpargatas y las ruanas de los hombres, y los vestidos tradicionales de los niños abren la fiesta de ese día.

En esa fiesta los cieneganos rinden homenaje a la tierra y todos los productos que ella les ofrece.

Ese día los campesinos salen con las silletas que previamente han elaborado con los productos que cosechan. Cubios, chubias, chócolos, zanahorias y multiplicidad de alimentos cultivados por ellos, se convierten en obras de arte que dejan ver sus tradiciones.

Esta reunión los convoca a todos, no solo a los habitantes de esta población que llega casi a los 5 mil, sino a los vecinos de la Provincia de Márquez, en el Centro-Sur de Boyacá.

Esa fiesta que inició en 2004 y se realiza cada año en el puente de mediados de octubre, se hace famosa en la región gracias a la cantidad de tradiciones que se evidencias durante los 3 días de festejo y que Colombia Bacana les cuenta en otras de las historias de este municipio.

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