Los cafeteros de Sandoná en el sector de Chacaguaico, corregimiento de Santa Bárbara, sudan la gota amarga para sacar uno de los mejores cafés del mundo, el mismo que ganó la taza de excelencia en 2005. La dificultad para subir por las laderas del volcán Galeras el producto de sus cultivos, hace que cada grano de café tenga un gran valor.
