Parte del orgullo de Chitagá está por encima de los 3.000 metros sobre el nivel del mar. El Páramo del Almorzadero con sus parajes y sus historias envuelve a propios y extraños. La laguna El Salado con sus leyendas y el Rincón de Comagüeta con sus bellezas y trabajo por la conservación del entorno, son algunos de los ejemplos que trascienden las fronteras de Norte de Santander.