Un Cristo que cambió la vida en la región

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El escalón 154 da paso a una especie de escotilla. Con rodillas, manos y el último impulso del cuerpo logramos subir a la cabeza del Cristo Rey de Belalcázar.

En los orificios que desde afuera se ven como ojos, se puede sentir el viento que corre por esta parte de la cordillera central a 45.5 metros del piso.

Diego Castañeda, guía turístico de este monumento, relata que fue construido en la década de los 40, gracias a la iniciativa del sacerdote Antonio José Valencia Murillo, quien pensó en su construcción como un símbolo de paz y unión entre los habitantes de la región.

Para la época se vivía la violencia entre liberales y conservadores que dejó una gran cantidad de víctimas y para el sacerdote este monumento podría representar el cambio en la sociedad de aquel entonces.

Inicialmente propuso construirlo en Filandia (Quindío), que en ese entonces era del departamento de Caldas, pero no obtuvo respuesta así que llevó la idea a Belalcázar y allí sí lo vieron viable.

La comunidad empezó a recolectar el dinero para su construcción con la preparación de empanadas, comitivas y hasta la donación de parte de las cosechas de café, pero esto fue insuficiente. De todas maneras, iniciaron los trabajos y al cavar encontraron una “guaca”, la montaña tenía oro que con su venta ayudó a recoger los 300 mil pesos que costó la estructura. Fue terminado en 1954.

Desde el Cristo Rey se pueden ver 11 municipios de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca: La Merced, Santuario, Balboa, Viterbo, El Águila, Ulloa, Cartago, Manizales, Anserma, Palestina y San José, además de los ríos Cauca y Risaralda, que entre otras cosas dejan comprobar ese fenómeno extraño que hace que el primero corra de sur a norte y el segundo de norte a sur.

Cuando se consulta la altura del renombrado Cristo Redentor o Cristo del Corcovado de Río de Janeiro (30,1 metros más 8 metros de pedestal), se puede dar cuenta fácilmente que el de Belalcázar es más alto, pero el guía va más allá, asegura que este Cristo es el más alto del mundo dentro de su categoría, en los que se puede ascender por su interior desde los pies hasta la cabeza.